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domingo, 14 de mayo de 2017

El Período Pérmico





El Pérmico comenzó hace unos 300 millones de años y finalizó hace 250 millones.  Debe su nombre a una localidad rusa llamada Perm, donde se identificó por primera vez estratos de este período.
En el Pérmico se unieron casi todos los grandes continentes, formando un gran supercontienente llamado Pangea. También se formó un gran océano global que iba de polo a polo llamado Panthalassa.
Cuando se inició el Pérmico, la Tierra estaba en una etapa de glaciación, las regiones polares estaba cubiertas de hielo y nieve. El resto del planeta tenía un clima tropical donde existían pantanos con bosques exuberantes.
Pero la unión de los continentes provocó un cambio climático en toda la Tierra. La glaciares retrocedieron y el clima se volvió más cálido y seco, esto provocó la desaparición de los pantanos y la extinción de varias especies animales y vegetales que estaban adaptados a este ecosistema. En el interior del continente se formaron grandes desiertos.
En este período el nivel del mar se vio reducido, además al haber un solo gran continente, los hábitats cercanos a la costa, donde abundan la mayoría de los animales marinos, eran menos abundantes.
La fauna no era tan diversa como lo es actualmente, donde encontramos animales diferentes en continentes diferentes. En el Pérmico había de todo en todas partes.
Gracias a la evolución del huevo amniota (cáscara dura), iniciada a finales del Carbonífero, permitió la evolución de los animales y su conquista completa del medio terrestre, desligándose completamente del medio acuático. Los reptiles empezaron a dominar el mundo, junto a un grupo extraño denominado reptiles mamiferoides.  Los reptiles mamiferoides, a pesar de ser reptiles, tenían rasgos similares a los mamíferos, como bien nos indica su nombre, como por ejemplo una estructura del cráneo similar, patas dispuestas verticalmente debajo del cuerpo o dientes diferenciados con caninos, incisivos, molares… También se piensa que eran de sangre caliente y que algunos tenían pelo. De este grupo nacerían los mamíferos.
Al final del Pérmico aparecieron los arcosaurios, un grupo donde surgirían posteriormente los cocodrilos, pterosaurios y dinosaurios.
En los océanos existía una gran diversidad de vida, predominando los peces óseos y los tiburones.
En cuanto al mundo vegetal, las plantas con esporas se vieron mermadas al reducirse su ecosistema apropiado, el pantano, y aparecieron las primeras plantas con semillas verdaderas como adaptación a un clima más caluroso y seco.


La extinción masiva Pérmico-Triásico

Al final de período Pérmico se produjo la mayor extinción que se ha producido jamás. Fue como mínimo dos veces más severa que cualquier otra y posiblemente entre cinco y diez veces más extensa, mucho peor que la extinción que provocó la desaparición de los dinosaurios. Se estima que sólo sobrevivieron un 5% de las especies.
Está extinción se produjo hace 250 millones por culpa de las “trampas siberianas”.  En el continente asiático, en la zona rusa de Siberia, el basalto fundido, un mar de roca líquida surgió de la Tierra desde más de 90 kilómetros de profundidad. Una grieta de más de 30 kilómetros dividió a la Tierra desde la cual surgía el magma. Este mar de lava tragaba todo a su paso destruyendo ecosistemas, fauna y flora a su paso. Y lo peor era que el flujo de lava era constante y rápido cubriendo varias hectáreas en pocas horas. A diferencia de los volcanes, que expulsan la lava cubriendo sus cráteres y parando el flujo de magma por largos períodos, las “trampas siberianas” no pararon de expulsar lava durante varios miles de años, teniendo un flujo constante de magma.
No se sabe con exactitud porqué aparecieron las “trampas siberianas”. Una hipótesis conecta este hecho con un impacto de un meteorito que colisionó en lo que actualmente es la Antártida, produciendo un cráter de unos 500 kilómetros de diámetro. No se sabe con exactitud qué efecto produjo esta colisión, ya que la extinción fue progresiva, pero se piensa que la onda sísmica producida por el cometa produjo la ruptura de la corteza terrestre, produciendo las “trampas siberianas”.


Las grietas en la tierra expulsaban a la atmosfera indigentes cantidades de dióxido de carbono y dióxido de azufre. El dióxido de azufre bloqueaba la luz del sol y el dióxido de carbono atrapaba el calor. Esto propició un calentamiento global en el planeta. Además el dióxido de azufre se mezcló con el vapor de agua para crear ácido sulfúrico y precipitó en la Tierra como lluvia ácida, destruyendo la flora pérmica.
La mala suerte también se alió en esta extinción. En la zona siberiana de las trampas había grandes acumulaciones de carbón. Atrapado en el carbón se encontraba una sustancia nociva y volátil, el metano .Tras quemarse el carbón, el metano fue liberado a una atmósfera ya contaminada. Esto tuvo un efecto invernadero, propiciando el aumento de las temperaturas en todo el mundo.
La flora pérdida por culpa de la lava y la lluvia ácida y el constante flujo de gases nocivos a la atmósfera, propició unos niveles bajos de oxígenos que asfixiaba a los animales.  Además, está perdida en la vegetación mermo a la población herbívora y, por consiguiente, a los carnívoros también por falta de alimento.
El calentamiento global produciría un calentamiento global en los océanos, por lo que las corrientes oceánicas se detendrían. Al haber menos corriente, el mar tiene menos oxígeno, además el agua caliente retiene mucho menos oxígeno que la fría. A medida que el mar perdía oxígeno, la fauna marina se iba asfixiando.
Todos estos hechos produjeron la extinción de miles de animales y plantas en todo el mundo, sobreviviendo solamente un 5% de las especies. Las especies que sobrevivieron lo lograron gracias a reducir su tamaño para tener que utilizar menos oxígeno.
Después 500.000 años el flujo de lava terminó y con ella la extinción.

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