Descubre a las fascinantes criaturas que habitaron el mundo mucho antes que nosotros.
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domingo, 28 de mayo de 2017

Dimetrodon





Nombre: Dimetrodon (Dientes de dos medidas)
Época: Pérmico Inferior (300-270 millones de años)
Tamaño: 4,6 metros de longitud.
Localización: Estados Unidos y Alemania.

El Dimetrodon era un gran depredador que vivió en el período pérmico inferior hace 300 millones de años. A pesar de parecer un reptil está más relacionado con los mamíferos que con los reptiles. El Dimetrodon era un pelicosaurio, un orden de reptiles mamiferoides  que vivieron durante el pérmico. Los pelicosaurios tenían semejanzas con los mamíferos ya que procedían de un ancestro común,  por ello se agrupan en un gran grupo, los sinápsidos, cuya característica principal son sus cráneos con una apertura craneal detrás de las órbitas oculares.
Pero a pesar de estar relacionados, los mamíferos no evolucionaron a partir de los pelicosaurios, sino de otro orden llamados terápsidos.
El Dimetrodon era, probablemente, el superdepepredador de su tiempo. La especie más grande, el D.angelensis, alcanzaba los 4,6 metros de longitud.  Aunque también existían especies más pequeñas, como el D. teutonis que alcanzaba los 60 centímetros de longitud.
El gran depredador tenía dos tipos de dientes, de ahí su nombre (dientes de dos medidas), unos dientes diseñados para agarrar a su presa y otros para cortar la carne. Además poseía unas fuertes mandíbulas con unos potentes músculos que les permitía cazar a las grandes presas de la época.
Caminaba de mondo sinuoso (tambaleante) sobre sus cuatro patas y poseía una cola muy larga.
Aunque la característica más reconocible del Dimetrodon era su gran vela dorsal, formada por espinas vertebrales alargadas recubiertas por una fina capa de piel y recorrida por numerosos  vasos sanguíneos. Todavía hoy día no se sabe con exactitud cuál era su función concreta. Se piensa que esta gran vela tenía una función termorreguladora. El gran depredador podía controlar su temperatura corporal liberando calor a través de la vela para enfriarse o por el contrario si necesitaba calentar su cuerpo exponía la vela al sol.
Otra teoría expone que la vela podría haber sido usada para atraer a las hembras o por el contrario intimidar a los machos rivales. Si esta teoría fuera la correcta, podría haber existido dimorfismo sexual, es decir diferencias entra machos y hembras, en este caso los machos poseerían velas y cráneos más grandes que las hembras.


El Dimetrodon comparado con una persona de 1,8 metros de altura.

domingo, 21 de mayo de 2017

Edaphosaurus



Nombre: Edaphosaurus (Lagarto terrestre)
Época: Carbonífero Superior (Hace 300 millones de años) hasta el Pérmico Inferior (Hace 280 millones de años)
Tamaño: 3,5 metros de longitud.
Localización: Norteamérica, Alemania, República Checa, Eslovaquia.



El Edaphosaurus pertenecía a la orden de los pelicosaurios, un grupo de reptiles mamiferoides que dominaron el Pérmico. Estos reptiles eran sinápsidos, es decir, sus cráneos presentaban una apertura detrás de las órbitas oculares, al igual que en los mamíferos. 
Edaphosaurus medía 3,5 metros de largo y 1,5 metros de altura, el tamaño de un hipopótamo, y como ellos era vegetariano. Su cráneo triangular, corto y pequeño en comparación con su cuerpo, además de una dentición especializada con puntas aserradas, nos confirma su dieta vegetariana. Con su poderosa mandíbula podía cortar y masticar la vegetación más dura.
En su espalda tenía una gran vela dorsal que comenzaba desde el cuello hasta la zona lumbar. Era una prolongación de su columna vertebral conectada por medio de una fina membrana de piel provista de riego sanguíneo. La función de su vela no está todavía clara, aunque se piensa que esta amplia superficie podía bajar la temperatura rápidamente si el Edaphosaurus necesitaba enfriarse. Si quisiera entrar en calor, solo tenía que poner su aleta dorsal al sol, como una placa solar.
También se piensa que su vela dorsal servía para el cortejo, para atraer a las hembras, exhibiendo un espectáculo de colores, como hacen hoy día algunas aves, como el pavo real, o para reconocer a otros miembros de su especie.



Tamaño del Edaphosaurus comparado con una persona de 1,8 metros de altura.

domingo, 14 de mayo de 2017

El Período Pérmico





El Pérmico comenzó hace unos 300 millones de años y finalizó hace 250 millones.  Debe su nombre a una localidad rusa llamada Perm, donde se identificó por primera vez estratos de este período.
En el Pérmico se unieron casi todos los grandes continentes, formando un gran supercontienente llamado Pangea. También se formó un gran océano global que iba de polo a polo llamado Panthalassa.
Cuando se inició el Pérmico, la Tierra estaba en una etapa de glaciación, las regiones polares estaba cubiertas de hielo y nieve. El resto del planeta tenía un clima tropical donde existían pantanos con bosques exuberantes.
Pero la unión de los continentes provocó un cambio climático en toda la Tierra. La glaciares retrocedieron y el clima se volvió más cálido y seco, esto provocó la desaparición de los pantanos y la extinción de varias especies animales y vegetales que estaban adaptados a este ecosistema. En el interior del continente se formaron grandes desiertos.
En este período el nivel del mar se vio reducido, además al haber un solo gran continente, los hábitats cercanos a la costa, donde abundan la mayoría de los animales marinos, eran menos abundantes.
La fauna no era tan diversa como lo es actualmente, donde encontramos animales diferentes en continentes diferentes. En el Pérmico había de todo en todas partes.
Gracias a la evolución del huevo amniota (cáscara dura), iniciada a finales del Carbonífero, permitió la evolución de los animales y su conquista completa del medio terrestre, desligándose completamente del medio acuático. Los reptiles empezaron a dominar el mundo, junto a un grupo extraño denominado reptiles mamiferoides.  Los reptiles mamiferoides, a pesar de ser reptiles, tenían rasgos similares a los mamíferos, como bien nos indica su nombre, como por ejemplo una estructura del cráneo similar, patas dispuestas verticalmente debajo del cuerpo o dientes diferenciados con caninos, incisivos, molares… También se piensa que eran de sangre caliente y que algunos tenían pelo. De este grupo nacerían los mamíferos.
Al final del Pérmico aparecieron los arcosaurios, un grupo donde surgirían posteriormente los cocodrilos, pterosaurios y dinosaurios.
En los océanos existía una gran diversidad de vida, predominando los peces óseos y los tiburones.
En cuanto al mundo vegetal, las plantas con esporas se vieron mermadas al reducirse su ecosistema apropiado, el pantano, y aparecieron las primeras plantas con semillas verdaderas como adaptación a un clima más caluroso y seco.


La extinción masiva Pérmico-Triásico

Al final de período Pérmico se produjo la mayor extinción que se ha producido jamás. Fue como mínimo dos veces más severa que cualquier otra y posiblemente entre cinco y diez veces más extensa, mucho peor que la extinción que provocó la desaparición de los dinosaurios. Se estima que sólo sobrevivieron un 5% de las especies.
Está extinción se produjo hace 250 millones por culpa de las “trampas siberianas”.  En el continente asiático, en la zona rusa de Siberia, el basalto fundido, un mar de roca líquida surgió de la Tierra desde más de 90 kilómetros de profundidad. Una grieta de más de 30 kilómetros dividió a la Tierra desde la cual surgía el magma. Este mar de lava tragaba todo a su paso destruyendo ecosistemas, fauna y flora a su paso. Y lo peor era que el flujo de lava era constante y rápido cubriendo varias hectáreas en pocas horas. A diferencia de los volcanes, que expulsan la lava cubriendo sus cráteres y parando el flujo de magma por largos períodos, las “trampas siberianas” no pararon de expulsar lava durante varios miles de años, teniendo un flujo constante de magma.
No se sabe con exactitud porqué aparecieron las “trampas siberianas”. Una hipótesis conecta este hecho con un impacto de un meteorito que colisionó en lo que actualmente es la Antártida, produciendo un cráter de unos 500 kilómetros de diámetro. No se sabe con exactitud qué efecto produjo esta colisión, ya que la extinción fue progresiva, pero se piensa que la onda sísmica producida por el cometa produjo la ruptura de la corteza terrestre, produciendo las “trampas siberianas”.


Las grietas en la tierra expulsaban a la atmosfera indigentes cantidades de dióxido de carbono y dióxido de azufre. El dióxido de azufre bloqueaba la luz del sol y el dióxido de carbono atrapaba el calor. Esto propició un calentamiento global en el planeta. Además el dióxido de azufre se mezcló con el vapor de agua para crear ácido sulfúrico y precipitó en la Tierra como lluvia ácida, destruyendo la flora pérmica.
La mala suerte también se alió en esta extinción. En la zona siberiana de las trampas había grandes acumulaciones de carbón. Atrapado en el carbón se encontraba una sustancia nociva y volátil, el metano .Tras quemarse el carbón, el metano fue liberado a una atmósfera ya contaminada. Esto tuvo un efecto invernadero, propiciando el aumento de las temperaturas en todo el mundo.
La flora pérdida por culpa de la lava y la lluvia ácida y el constante flujo de gases nocivos a la atmósfera, propició unos niveles bajos de oxígenos que asfixiaba a los animales.  Además, está perdida en la vegetación mermo a la población herbívora y, por consiguiente, a los carnívoros también por falta de alimento.
El calentamiento global produciría un calentamiento global en los océanos, por lo que las corrientes oceánicas se detendrían. Al haber menos corriente, el mar tiene menos oxígeno, además el agua caliente retiene mucho menos oxígeno que la fría. A medida que el mar perdía oxígeno, la fauna marina se iba asfixiando.
Todos estos hechos produjeron la extinción de miles de animales y plantas en todo el mundo, sobreviviendo solamente un 5% de las especies. Las especies que sobrevivieron lo lograron gracias a reducir su tamaño para tener que utilizar menos oxígeno.
Después 500.000 años el flujo de lava terminó y con ella la extinción.

domingo, 7 de mayo de 2017

Proterogyrinus




Nombre:  Proterogyrinus (Girador temprano)
Época: Carbonífero (Hace 330 millones de años)
Tamaño: 2,5 metros
Localización: América del Norte y Escocia

El Proterogyrinus era un gran anfibio que medía unos 2,5 metros de largo, uno de los más grandes de su zona.
Durante el período Carbonífero  los bosques pantanosos eran un ecosistema bastante común, donde abundaban los anfibios. Muchos de estos anfibios estaban adaptados a vivir en un medio acuático, aunque fueran tetrápodos (con cuatro patas). En cambio, el Proterogyrinus podía tanto cazar tanto en tierra como en el agua. Su cola era ancha y aplanada, perfecta para coger impulso y velocidad en el agua, y sus extremidades estaban perfectamente desarrolladas para moverse por la tierra.
Por ello, era capaz de cazar lejos de la orilla del agua, y gracias a su poderosa mandíbula con dientes afilados podía atrapar animales bastante grandes. Su menú se componía de artrópodos, peces, otros anfibios y reptiles.